AÑOS
60. Occidente;
LA
UTOPÍA parece posible, bajo influencias orientalistas el
espíritu libertario en busca de cambios radicales en la sociedad y
ruptura con tradiciones añejas, parece hacerse lo bastante poderoso
como para lograr renovar de verdad el Mundo.
Mirada
a Oriente; Paz, espiritualidad....
Qué
tiene ésto que ver con ESCALAR?!.....
CAMBIOS;
En el mundo de la escalada éste espíritu hippy de verdad genera
cambios importantes.
Surge
en norteamérica a la sombra del Yosemite. Una generación de
escaladores influenciados por la filosofía oriental, el yoga y la
meditación. Movidos por el impulso de cambio y revolución consiguen
abrir vías de gran dificultad y exigencia deportiva, gracias a la
preparación mental y física que les aportaba la práctica del yoga
y disciplinas relacionadas.
Podría
decirse que surge el yoga como entrenamiento perfecto, la
pareja ideal que complementa y cubre todas las demandas de la mente y
el cuerpo del escalador.
Yoga
es unión;
La
CONEXIÓN cuerpo/mente que parece un tópico o una habladuría es
muy complicada.
Pero
en determinados estados es cierto que se experimenta esa
sensación.
Surge
en actividades más o menos físicas o incluso artísticas.
Por ejemplo en el arte; cuándo estás inmerso en la creación, “estás inspirado” te encuentras en un estado de total concentración.
Por ejemplo en el arte; cuándo estás inmerso en la creación, “estás inspirado” te encuentras en un estado de total concentración.
En
el que en tu mente no hay pasado ni futuro por que sencillamente, sólo
hay ahora y lo más importante, (al menos aquello que absorbe toda tu
atención en ese momento)es esa pincelada, ese color, ese trazo....Pura meditación.
La
mente no se pierde en un discurso consigo misma...la mente desaparece
por que no hay percepción del yo.
El
mono loco deja de saltar de un tema a otro...deja de distraerte.
AQUÍ
Y AHORA.
Exactamente
lo mismo sucede en la escalada; Cuando
estamos en el movimiento a cada momento, la escalada promueve un
estado
de consciencia elevada
que nos permite vivir en el presente.
Sólo
el instante del siguiente pie, la siguiente mano, aunque sea solo los
10 minutos de cada pegue, es lo que nos engancha, es pura meditación.
Desaparece la percepción del yo mental.
Éste
estado en yoga se conoce como
PATRYAHARA;
Es la práctica de la abstracción de los estímulos externos.
Se
usa el control de los sentidos, en el sentido budista de no apego o
la eliminación del ego individual.
LA
CHARLA,
Pero éste estado que en ocasiones surge de forma natural también
requiere de un entrenamiento. Un entrenamiento mental.
En
la escalada, en una creación artística, al sentarnos a meditar, al
practicar asanas...surge inevitablemente el diálogo mental.
Nos
mueve una motivación, un proyecto personal;
sacar
un bloque, conseguir un efecto en un cuadro, conseguir concentrar la
mente, perfeccionar un asana....
Ahí
entra el EGO
y
nuestro diálogo con él.
- A veces en negativo, lo que tiende a disminuir nuestra autoestima si es excesivo;
-No
voy a poder, ese lance no me va a salir nunca, ese paso es imposible,
no pillo el gesto...
-Ese
color no va a armonizar, no consigo ese efecto, esa composición no
funciona del todo...
-Es
imposible, nunca voy a poder meditar, no puedo concentrarme ni un
minuto, estoy incómodo...
-No
puedo conseguir ese punto de equilibrio, no paso de ésta fase del
asana...por mucho que lo intento no avanzo….
- A veces en “positivo”, lo que nos lleva a inflar nuestra autoestima y creernos capaces de todo o que al menos todo lo que hacemos lo hacemos perfecto. Y si no lo conseguimos surge la frustración, en éste punto aparece el peligro; Excesiva exigencia y rigidez, lo que en escalada nos llevaría a prácticas lesivas. Tanto física como mentalmente. Lesiones, obsesiones...
Por
lo que llevado a ambos extremos tenemos un EGO inmaduro y inestable.
- Un auto-dialogo equilibrado razonable , una valoración objetiva de nuestras capacidades nos lleva a plantearnos metas y proyectos igualmente equilibrados, dando como resultado una mayor MOTIVACIÓN y un aumento considerable de probabilidad de éxito y disfrute del proceso.
Pura
motivación, pura meditación.
Éste
tipo de auto-conversación equilibrada es lo que debemos también
entrenar a través de herramientas que el YOGA pone a nuestro
alcance.
PATRYAHARA
además
de la abstracción de estímulos externos que surge en ocasiones de
manera natural cuándo estamos escalando, es ver
el condicionamiento,
no simplemente reaccionando a las cosas si no observando
nuestra reacción
condicionada.
Es una atención selectiva, darse cuenta de que estoy condicionado a ver. O de la tendencia recurrente de mi auto-diálogo. Así conseguiremos ese equilibrio que nos lleva a una motivación sana. Al fluir en la práctica de la escalada convirtiéndola en una meditación en movimiento a voluntad, no accidentalmente.
Al
margen de las asanas (posturas) y vinyasas (secuencias) tenemos
pranayamas (respiraciones), patryahara, Dharana (concentración) y
Dhyana ( pura meditación).
Todas
valiosas herramientas de las que servirnos en nuestra vida y en
nuestro entrenamiento para la escalada.
Éstos
son algunos de los 8
PASOS
o etapas que nos ofrece el
ASTHANGA YOGA.
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